En un mundo donde el éxito suele medirse por logros externos, hay historias que nos recuerdan que la verdadera victoria comienza en nuestro interior. Patricia Herraiz es un claro ejemplo de ello. Coach de desarrollo personal y bienestar emocional, además de interventora estratégica, su camino ha estado marcado por grandes desafíos y una profunda transformación personal.
Desde temprana edad, Patricia comprendió la importancia del reconocimiento y la lucha por destacar. Su trayectoria en el mundo corporativo es impresionante: más de 20 años liderando equipos y los últimos ocho como directora en una multinacional, gestionando grandes cuentas de compañías de renombre como Disney, Coca-Cola, Laboratorios Lilly y Stanley Black & Decker. Sin embargo, a pesar de alcanzar lo que muchos considerarían el «éxito», sentía un vacío interior. Su vida personal y su salud comenzaron a resentirse, y fue entonces cuando su cuerpo le envió una señal inequívoca: era momento de un cambio radical.
El punto de inflexión llegó con un divorcio tras 22 años de matrimonio y el despido de su empresa. Dos situaciones que podrían haber sido devastadoras, Patricia las convirtió en una oportunidad para redescubrir su verdadera pasión: el desarrollo personal. En lugar de lamentarse, decidió reinventarse desde el primer momento. Se formó con los mejores referentes y adquirió herramientas que no solo transformaron su vida, sino que le permitieron ayudar a otros a encontrar su camino.
Hoy, Patricia dedica su vida a acompañar a empresarios y emprendedores en su propio proceso de crecimiento. Su enfoque se centra en romper bloqueos, gestionar el estrés y fomentar un liderazgo basado en la claridad y la confianza. Especialmente, trabaja con hombres que buscan equilibrar su vida personal y profesional sin perder su esencia. Para Patricia, el verdadero liderazgo no es solo una cuestión de estrategias empresariales, sino de un profundo autoconocimiento y transformación interna.
Su historia nos recuerda que el éxito real no se mide únicamente por los logros profesionales, sino por la capacidad de reinventarnos, de escuchar nuestra voz interior y de encontrar un propósito que nos llene de verdad. Patricia Herraiz es, sin duda, un testimonio vivo de que las crisis pueden convertirse en las más grandes oportunidades para renacer.