Conoce al Carlos Márquez

Suele ser habitual referirse a Carlos Márquez como un creador que condensa varias
miradas artísticas en una. Y no les falta razón a quienes así lo han hecho. En su obra,
convergen una miríada de registros que complican su reducción a un común denominador:
la figuración y la abstracción, las técnicas tradicionales -acrílico, óleo, acuarela,
tinta, crayones- y lo digital, los retratos de mujer y las escenas de conjunto o el
desenvolvimiento en un plano de significación que transita -según las piezas- por lo
lírico, lo simbólico, lo político o lo grotesco.

Suele ser habitual referirse a Carlos Márquez como un creador que condensa varias
miradas artísticas en una. Y no les falta razón a quienes así lo han hecho. En su obra,
convergen una miríada de registros que complican su reducción a un común denominador:
la figuración y la abstracción, las técnicas tradicionales -acrílico, óleo, acuarela,
tinta, crayones- y lo digital, los retratos de mujer y las escenas de conjunto o el
desenvolvimiento en un plano de significación que transita -según las piezas- por lo
lírico, lo simbólico, lo político o lo grotesco.

Comenzando por el diálogo que Márquez establece entre la figuración y la abstracción,
conviene señalar dos formas destacadas en que esta interacción se produce: de un lado, el
trabajo con la materia -especialmente sugerentes son sus empastes- ayuda a otorgarle a la
figura una presencia rotunda, que desborda el estatus de realidad otorgado por las
estrategias de representación; de otro, las manchas, rayaduras -ya sean describiendo
trazos aleatorios o en espiral – o las franjas verticales que atraviesan sus cuadros
parecen ocultar o tachar el motivo figurativo sobre el que se superponen, de suerte que,
con frecuencia, el espectador se encuentra ante imágenes que parecen interferidas,
filtradas por un denso “ruido estético”.

Como el propio Carlos Márquez ha reconocido en numerosas ocasiones, la protagonista
principal de su universo pictórico es la mujer. Las referencias a partir de las cuales
define la identidad femenina son múltiples: la propia historia del arte – clásica,
moderna y contemporánea-, la cultura popular, la imaginación infantil… Sea como fuere,
y con independencia de su concreción formal, lo que es indiscutible es que -como ha
reconocido el propio artista- sus mujeres expresan su complejidad desde una autonomía y
libertad insobornables. Frente a su reducción a estereotipos por parte de la historia del
arte occidental, en el caso de Márquez la feminidad constituye una condición vital que
oscila entre la fortaleza y la debilidad, la santidad y el pecado, lo pavoroso y lo
sensual. En su subjetividad inalienable, las mujeres de Márquez están determinadas por un
destino único y disciplinario.

Junto a estos retratos de mujer, otra de las temáticas que han cobrado protagonismo en la
pintura de Carlos Márquez son los retratos de conjunto, ubicados en un contexto sin
precisar. Las figuras -cosidas al mismo tiempo con los hilos de la determinación y el
desconcierto- se cruzan en punto cualquiera de la realidad, de manera que forman pequeñas
multitudes. Sin embargo, en lugar de producirse un contacto entre ellas -cualquier tipo
de lenguaje verbal, visual o gestual que connote cierta empatía-, tales figuras no se
miran entre sí, estableciéndose cada una de ellas como una “isla de soledad” que potencia
su carácter expresivo. Los individuos no hablan, pero, en su aislamiento, se articulan
como auténticos gritos de desesperación.


PEDRO ALBERTO CRUZ SÁNCHEZ Comisario

Carlos Marquez
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Bladimir Morales
Bladimir Morales

Fundador de MarcasQueDejanHuellas | Representante de Marcas en Valencia 🇪🇸

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